El día que se vio en clase esta película, 29 de Marzo, no pude
asistir y por ello tuve que verla en mi casa.
Película de la directora iraní Hana Makhmalbaf, que
narra la complicada vida de una niña afgana, Baktay, en un entorno y una región
controlada por talibanes. Después de hablar con otro niño, su vecino Abaas,
decide emprender un camino que le lleve a la escuela de su pueblo, pero en el
camino se encontrará numerosos obstáculos. Bajo la cultura talibán, la película
refleja la crueldad a la que es sometida la mujer, aunque en este caso lo
representa con niños, que juegan a lapidar, disparar y secuestrar con una
normalidad que asombra.
Después de visualizar el film la profesora pidió que
contestáramos a las siguientes preguntas:
1.-
¿Qué podemos aplicar en el aula derivado de esta película?
Un tema que me parece muy útil para trabajar
con los niños en el aula sería “La diferencia entre el primer mundo y el tercer
mundo”. Una actividad que bien podría llamarse: “Los beneficios de haber nacido
aquí”, por ejemplo. En la película se refleja duramente las dificultades por
las que tiene que pasar una niña de otro país (considerado socialmente como
tercer mundo) para comprar un simple lapicero o un cuaderno. Creo que este
hecho es muy interesante para trabajarlo con cualquier clase. Por mi
experiencia de prácticas estos dos años, he podido observar el poco apego que
tienen nuestros alumnos por el material escolar. Algo así como: “Si se me
pierde el lápiz, o el estuche entero, me da igual, mamá o papá me comprará otro
igual o mejor”. Para mí es una realidad indiscutible. Como decía, aprovechando
la enseñanza que nos da la película, una actividad que podría ser beneficiosa
para los niños, sería la de formar una especie de mercadillo en el aula. Aquí
no se compraría con dinero, sino con buen comportamiento, esfuerzo y acciones
positivas que fomenten el respeto y compañerismo entre todos. Cada una de estas
acciones sumará unos determinados puntos con los que los alumnos podrán comprar
material escolar. Incluso se puede crear una moneda imaginaria. Cada alumno
tendrá una “cuenta corriente” en la que aparecerá los puntos que haya sumado.
Se permitirá el intercambio de material, por ejemplo, dos lápices de colores equivalen
a un borrador. La lista de precios y equivalencias se encargaría de hacerla el
profesor. La rotura o pérdida de algún material supondrá la pérdida de puntos.
Considero que sería una manera muy clara y
eficaz de que los niños valoraran el esfuerzo que conlleva conseguir sus
propias herramientas de trabajo.
2.- Desarrolla
brevemente una propuesta artística basada en esta película.
A partir de la película, he pensado una
actividad para trabajar con los alumnos en la que trabajaríamos con arcilla, o
plastilina en su defecto. Pediríamos a los niños y niñas que construyeran con
sus propias manos las cuevas de los acantilados donde vivían Baktay y Abaas.
Les pondríamos como modelo estas dos imágenes:
El objetivo sería que plasmaran lo más
fielmente posible las casas de estos niños afganos. Se les pediría a los niños
que no se limitaran a intentar copiar con arcilla la imagen, sino que tuvieran
libertad y espíritu creativo para integrar las variaciones en el paisaje que
ellos consideraran oportunas.
3.-
Argumenta ¿Podemos poner esta película en clase a los niños de primaria?
En mi opinión no considero oportuna la
película para niños de primaria. Al menos toda entera no, aunque algunos
fragmentos de ésta creo que pueden serles de aprendizaje a los alumnos, con el
fin de que reflexionen sobre las diferencias que encuentran en la película con
su vida diaria. Como por ejemplo cuando Baktay
decide ir a comprar un cuaderno y un lapicero y las dificultades que se
encuentra. Más allá de cortes en la película, Creo que la problemática que relata
la directora en esta película (cultura de los talibanes) es demasiado compleja
para ellos.
4.-
Nombra a algún artista visual que te recuerde alguna escena, que tenga alguna
estética parecida al de la película.
Encuentro parecido con el cuadro “Los
fusilamientos del 3 de Mayo” de Francisco de Goya

y “El fusilamiento del emperador Maximiliano”
de Manet

con la siguiente imagen de la película:
Fragmento en el que Abaas dice: “Baktay, muérete,
si no te mueres, no serás libre”.
También veo similitudes entre el arte egipcio y
el antiguo arte budista que se ve en la película, como puede verse en estas dos
imágenes:

Ambos monumentos están formados tras
haber tallado y moldeado la roca del acantilado. En el siglo II los monjes de
los monasterios vivían como ermitaños en pequeñas cuevas, tal y como lo hacían Baktay
y abaas.
De la película me
quedo con una frase de Baktay: “A mi no me gusta
jugar a la guerra” y con una enseñanza tanto para los profesores como para la
sociedad en general: Los niños juegan e imitan lo que ven. Como lo hacen los
niños afganos que juegan a ser terroristas o cualquier niño en España que grita
viendo fútbol porque su padre lo hace igual. Seamos responsables, el futuro
depende de estos pequeños detalles.
La
clase finalizó con el consejo del día: “La diferencia entre los buenos y los
muy buenos es el esfuerzo''.
No hay comentarios:
Publicar un comentario